Por Alicia Klein
Redskins.com
"Empiezo un nuevo capítulo en el libro de Donovan." Fue así que, con una larga sonrisa, McNabb encerró su primera conferencia de prensa en Redskins Park. Presentado por entrenador en jefe Mike Shanahan y ante la presencia de Dan Snyder, Bruce Allen y varios de sus nuevos colegas, el mariscal de campo habló para un auditorio abarrotado de periodistas.
Sentiéndose como "un niño de 22 años en el día del draft", el jugador tuvo que contestar muchas preguntas sobre los Eagles y el tratamiento recibido después de 11 años de excelentes servicios prestados. Aún gracioso como siempre y diciendo no creer en la injusticia de los fanáticos y del equipo, McNabb afirmó: "Están reconstruyendo. Se están rejuveneciendo. Nunca imaginé que 33 años era ser viejo, pero supongo que soy demasiado viejo".
Los periodistas insistían en saber cuanta "gasolina todavía se queda en su tanque" y no hay mejor comparación que el eterno número 7 de los Broncos, John Elway. "Cumpliré 34 este año", recordó McNabb. "Y Shanahan culminó la carrera de John con dos Super Bowls. Espero que pueda continuar esa historia." El mariscal de campo de Denver ganó y fue elegido MVP del Super Bowl XXXII con 38 años, bajo el comando de Mike Shanahan.
"Siempre he creido que hay que terminar donde se comenzó", expresó McNabb. "No muchos quarterbacks en esta liga pueden hacer eso en estos días. A veces los cambios son para bien. A veces uno es obligado al cambio. Me hubiera encantado (permanecer en Filadelfia), pero no se dió y ahora quiero concentrarme en mi trabajo." Cansado de la especulación de las últimas semanas, el repitió un par de veces: "Sólo estoy contento porque se que acabó".
Cuando se le preguntó acerca de las diferencias entre la ofensiva de las Águilas y de Washington, McNabb no perdió la oportunidad de bromear con la prensa de Philadelphia, presente en gran número en Loundon County. "Muchos de ustedes que vienen desde Philly no saben demasiado del juego terrestre, pero van a verlo acá."
Mucho se habló de Philadelphia, pero una fotografía y una cita de este día crucial son la prueba de que la historia ha cambiado en el Este. Poco antes de posar con su nombre y número ahora en las colores vino y dorado, McNabb aclaró a todos: "Yo soy un Redskin."